Cómo organizar la mudanza de una oficina

Cualquier traslado o cambio de residencia altera nuestra rutina diaria, por lo tanto, esto podría afectar a la productividad laboral o los beneficios empresariales, por este motivo, vamos a ofrecerte algunos consejos para que sepas cómo organizar una mudanza con garantías de éxito.

Son muchos los aspectos a tener en cuenta si vamos a cambiarnos de local, sin embargo, la mejor forma de realizar este traslado es la organización. No obstante, debemos preguntarnos dónde guardar los enseres hasta poder ocupar una nueva sede. Es evidente, que tenemos que planificarnos con tiempo y elegir un trastero es una opción muy acertada en estos casos.

Consejos para planificar la mudanza de tu oficina

Sin duda alguna, organizar una mudanza trae consigo una serie de acciones que son fundamentales para proteger el mobiliario y los documentos de la empresa. La seguridad es clave, porque hay cierta información, que no siempre está digitalizada, y puede tener gran valor para nuestro negocio.

Lo más normal, es contratar a una empresa de mudanza para este tipo de trabajo. Es la mejor opción para evitarse quebraderos de cabeza, porque estos profesionales están acostumbrados a estas tareas y sabrán cómo hacerlas de manera rápida con la finalidad de evitar contratiempos. La despreocupación y la tranquilidad de estar en buenas manos y que las pertenencias están protegidas no tiene precio.

La rapidez, eficiencia y seguridad son algunos de los detalles que tenemos que valorar, por lo que te indicamos cómo organizar una mudanza paso a paso, si tienes previsto cambiar de local, ciudad o guardar este mobiliario en un trastero. Hay empresarios, que se ven obligados a cerrar el negocio o cesar la actividad y tienen que buscar un lugar para almacenar el mobiliario temporalmente.

1. Planificación de la mudanza

En más de una ocasión, empresarios y empleados se han visto sujetos a un cambio de oficina. Ya sea por razones estratégicas o cambios operativos, la necesidad de ocupar un nuevo local se convierte en una prioridad. Sin embargo, esta decisión debe planificarse con antelación para no alterar el ritmo de trabajo, además, en función del tamaño de la empresa, se necesita más o menos tiempo.

Hay empresas que pueden permitirte parar el trabajo unos días, mientras que otras, pueden optar por el teletrabajo o aprovechar las vacaciones para un cierre temporal. Sin embargo, lo mejor es hacer una lista de tareas para incluir las acciones a realizar. 

2. Elegir la fecha adecuada

¿Cuándo nos conviene hacer la mudanza? Sin duda alguna, cuando la actividad laboral se vea menos afectada. La mayoría de las personas considera que durante el verano es una buena elección, sin embargo, esta propuesta puede ser buena para un hogar, ya que en la empresa hay que tener en cuenta una serie de factores: el volumen de trabajo, su actividad y el rendimiento empresarial.

3. Clasificar la equipación, mobiliario y documentos

Una empresa ordenada tiene mayor rendimiento, por lo que este tipo de acción hay que emplearla en estos casos. Es importante establecer un sistema de categorías que permita colocar ordenadamente los bienes de la empresa. Hacer un inventario y etiquetar en función del mobiliario o documentación es de mucha ayuda para, posteriormente, colocarlos rápidamente en el nuevo local. También, debe especificarse si hay materiales frágiles para un embalaje correcto y no dañarlos durante la mudanza.

4. Tirar las cosas que no sirven

Por otro lado, hay que hacer hincapié en retirar, donar o tirar todo aquello que sea inservible. Si hay muebles que ya no sirven o se van a sustituir por mobiliario nuevo, lo más conveniente es no trasladarlo, es la mejor forma de evitar que ocupe espacio en el camión de mudanzas y ahorrar tiempo en el embalaje. Si consideras que pueden ser útiles en un futuro, puedes almacenarlos en un trastero.

5. Usar las cajas adecuadas

Tras revisar las pertenencias y elegir que nos vamos a quedar, lo mejor es ir guardando lo que no vayamos a necesitar en las cajas. Esto permitirá liberar el espacio y aligerar este trabajo. Sin embargo, es conveniente seleccionar la caja adecuada para la mudanza, porque si no son resistentes y de calidad, podrían dañarse los enseres. Hasta el momento, las cajas de cartón son las que más ventajas nos ofrecen para trasladar estos objetos. 

6. Logística y transporte

Finalmente, hay que hacer hincapié en los procesos de carga y descarga, así como en el transporte, porque puede ocasionar pérdidas económicas si no se efectúan con profesionalidad y mucho cuidado. Incluso, es necesario saber si es obligatorio solicitar un permiso al ayuntamiento durante estas tareas para evitar riesgos entre los viandantes en la calle.

Las ventajas de almacenar las cajas en un trastero

Sin duda alguna, alquilar un trastero mientras se efectúa la mudanza es una excelente inversión, ya que nos permite ahorrar tiempo y dinero. Si la empresa ha cesado su actividad, este espacio es muy recomendable para guardar todas las pertenencias.

En el caso de que la nueva sede no esté disponible o haya que hacer obras, también garantizan la seguridad y protección de los enseres. A continuación, enumeramos algunos de los beneficios del uso de estas instalaciones.

  • Ahorrar costes. Este es el principal beneficio de alquilar un trastero, porque evitará muchos gastos innecesarios. Por ejemplo, mantener el mobiliario en un local cerrado supone pagar una mensualidad más elevada que una cuota mensual por este espacio.
  • Disponibilidad horaria. La persona podrá acceder a estas instalaciones según el horario disponible, que en la mayoría de las ocasiones, es muy amplio. 
  • Espacio extra. En el caso de que las nuevas instalaciones sean más pequeñas, siempre se puede contar con unos metros cuadrados extras para almacenar documentos o el mobiliario que no se vaya a utilizar.
  • Seguridad. Los trasteros cuentan con un sistema de vigilancia continua para garantizar la seguridad y protección de todos los enseres.

En conclusión, la organización de una mudanza por cambio de oficina es mucho más que guardar las cosas en cajas. Tal como hemos observado, si no se planifican bien las tareas, se hace un inventario y se almacenan los objetos correctamente, podemos extraviarlos o sufrir daños irreversibles que afectan a nuestro bolsillo.

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