Cómo traspasar un negocio a otra persona: ¡consejos para evitar el caos!

Saber cómo traspasar un negocio a otra persona es esencial cuando se tiene claro que, por el motivo que sea, ya no se desea seguir ejerciendo una actividad profesional. Hay muchos emprendedores que están interesados en entrar en el mundo de los negocios a través de una empresa que ya está en marcha, por lo que el traspaso puede ser una buena opción para ganar dinero.

Qué es el traspaso de un local

Para entender qué es un traspaso de local es mejor abordarlo como una alternativa al cierre definitivo del negocio. Lo que ocurre en este caso es que la actividad cambia de manos y pasa a ser ejercida por otro empresario.

Legalmente se trata de un acuerdo en virtud del cual se cede la propiedad del local o el contrato de arrendamiento vigente sobre el mismo, así como los activos tangibles e intangibles para que el nuevo propietario del negocio pueda continuar con la actividad. Todo ello a cambio del precio pactado.

Cómo funciona el traspaso de un local

Cuando se trata de cómo realizar un traspaso de negocio uno de los aspectos más importantes es lo relativo a la transmisión del local en la que se ejerce la actividad.

Si el inmueble es propiedad de quien traspasa, lo normal es que se transmita la propiedad al nuevo empresario o se celebre con él un contrato de arrendamiento. Pero, si el transmitente ejerce la actividad en ese local porque tiene un contrato de alquiler, entonces hay que adoptar ciertas precauciones.

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos se puede ceder un contrato de arrendamiento de local comercial sin contar previamente con el consentimiento del propietario (salvo que el contrato firmado diga lo contrario). Pero existe la obligación de informarle mediante burofax en un plazo máximo de un mes. Por su parte, el titular del inmueble tiene derecho a elevar la renta hasta un 20 %.

El pago de impuestos

Un aspecto muy importante a tener en cuenta es el pago de los impuestos que genera este negocio jurídico.

Según la normativa vigente el traspaso está exento tanto del pago del IVA como del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales siempre y cuando la cesión del negocio se haga en su totalidad. En ese caso se emite una factura por el importe acordado para la operación, pero la misma no está gravada con IVA.

Puede ocurrir que la cesión del negocio no se haga en su totalidad. Si los activos tangibles se transmiten por separado al nuevo titular del negocio o a un tercero, esta operación queda sujeta al IVA. Si lo que se transmiten son bienes muebles o un vehículo, entonces hay que pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.

Por su parte, quien cede el negocio deberá declarar el ingreso obtenido en la correspondiente declaración del IRPF.

Traspaso de la licencia de actividad

Para poder ejercer una actividad profesional en un establecimiento abierto al público es necesario contar con una licencia de actividad emitida por el Ayuntamiento correspondiente. Este permiso acredita que el establecimiento cumple con todos los requisitos para que en él se pueda ejercer una actividad concreta.

Si el traspaso implica que el nuevo empresario va a ejercer la misma actividad y no va a hacer cambios en el inmueble, no necesita una nueva licencia de actividad, la que tenía el anterior propietario sigue en vigor. Pero existe la obligación de notificar el traspaso al Ayuntamiento para que haga un cambio en la titularidad de la licencia.

En caso de que se vayan a hacer cambios en el local o se vaya a cambiar directamente la actividad, habrá que solicitar una nueva licencia.

En ambos casos, si la licencia no está en vigor y con todos los datos correctos, se puede proceder al cierre del negocio hasta que se resuelva la situación. Por eso, es importante hacer bien y pronto este trámite administrativo.

Consejos para realizar el traspaso de un local de forma efectiva

Ser realista al fijar el precio

Cuando se trata de cómo traspasar el negocio a otra persona el objetivo es conseguir cerrar un trato lo antes posible. Por eso, es aconsejable ser realista a la hora de fijar el precio, y tener en cuenta que es bastante probable que el nuevo titular tenga que hacer una inversión en el negocio que va más allá de lo que le cueste el traspaso: aprovisionamiento, marketing, cambio de decoración, etc.

Informar bien

Es normal que el posible comprador del negocio tenga dudas sobre el motivo por el que se opta por el traspaso, el estado de cuentas de la empresa, los proveedores con los que se trabaja, etc. Cuanto más sincero sea el vendedor con respecto a esta información, más rápido hará la venta.

Una buena idea puede ser preparar un pequeño dosier con información de utilidad y copias de la contabilidad del negocio en los tres últimos años. Esto permitirá al interesado hacer una buena evaluación del estado de la empresa y decidir si la adquiere o no.

Aclarar los bienes que se van a transmitir

Quien desea traspasar su negocio debe tener muy claros qué bienes va a transmitir y cuáles no. Esto hay que aclararlo desde el primer momento a los interesados en la operación, para que puedan valorar si de verdad les compensa o no pagar lo que se está pidiendo por el traspaso.

A fin de evitar problemas, lo más recomendable es dejarlo todo por escrito, haciendo un inventario estricto de los bienes tangibles e intangibles que se traspasan.

Guardar los enseres que no se van a traspasar

Hay bienes que el propietario no estará interesado en traspasar. Ya sea porque desea venderlos por su cuenta a un tercero, porque quiere guardarlos porque tienen un valor sentimental o, directamente, porque el nuevo titular del negocio no ha mostrado interés en ellos.

Suele tratarse de bienes de grandes dimensiones, así que no es buena idea llevarlos a casa. Mientras se toma una decisión final sobre qué hacer con ellos, una buena opción puede ser depositarlos en un trastero alquilado.

Para evitar confusiones, lo mejor es que esos bienes estén ya depositados en su nueva ubicación antes de que el negocio cambie definitivamente de manos.

Cuando se trata de cómo traspasar un negocio a otra persona, el proceso puede ser mucho más sencillo y rápido si las cosas se hacen bien desde el principio. Tomando buenas decisiones en el momento adecuado, la operación puede ser todo un éxito.

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