Dónde guardar las sillas de playa y otros artículos tras el verano

Con la llegada del otoño existe esa tendencia generalizada de que comienza un nuevo ciclo, una nueva etapa. La vuelta al cole, decir adiós a las vacaciones, regresar a la residencia habitual tras haber pasado unos días en el pueblo, la playa o la montaña… Todo eso suele resultar muy melancólico, e incluso hay quien sufre el denominado síndrome posvacacional, pero la mayoría de la población asume con filosofía y entereza su realidad, aunque eso suponga responder a preguntas como la de dónde guardar las sillas de playa.

Porque sí, no lo vamos a negar, a todos nos gusta ir a la playa y sentirnos cómodos. Para ello toca acarrear con muchos bártulos y artículos de playa, especialmente si vas con niños pequeños. Hoy te contamos dónde guardar las sillas plegables y el resto de las cosas de playa.

Dónde guardar los artículos de playa tras el verano

En verano, antes de que lleguen las temperaturas sofocantes, es momento de sacar la ropa más fresca y los utensilios propios de playa, como flotadores, juguetes, palas de playa, sombrillas, toallas y sillas plegables.

Pero cuando termina la estación más tórrida hay que buscarle hueco en casa, o en cualquier otro espacio, a todas esas pertenencias. Te ofrecemos algunos consejos para tener todo a mano, ordenado y sin riesgo de que se deteriore.

Colocarlas en la habitación para artículos de playa

Esta práctica es muy habitual en muchos lugares turísticos. Muchas comunidades de vecinos cuentan con una habitación que se corresponde con un bajo del edificio donde se pueden guardar todos estos artículos, principalmente sillas de plástico y plegables.

Su uso debe estar regido por las normas de la comunidad y siempre se solicita la no infracción de las mismas, pues aquí sí cabe esa máxima de “tu libertad termina donde empieza la mía”. Es decir, si hay un hueco reservado para cada propietario, no debería llegar ningún otro vecino a invadir ese espacio.

Taquillas en la playa

Esta idea sorprende también a muchos veraneantes, y es que hay playas en las que es posible alquilar espacios a modo de cabinas en las que los bañistas dejan todo lo que usan habitualmente en el mar, y eso incluye sillas plegables, toallas, sombrillas, juguetes para los más pequeños.

Estos mismos espacios se pueden alquilar por periodos de tiempo concretos, solo un día o toda la temporada estival. El inconveniente de esta práctica es que en muchas ocasiones solo está disponible durante los meses de verano, pues se considera un servicio público más de la playa. De este modo, solo es válido como solución temporal.

Alquilar un trastero

Si no tienes la posibilidad de guardar todos esos enseres en el mismo edificio de playa, o bien guardas todos los bártulos en la misma playa, en algún quiosco como los comentados más arriba, una tercera propuesta es la que hacemos desde Grupo La Nave.

Somos una empresa que pone a disposición de los clientes espacio de almacenamiento en trasteros y minialmacenes de diferentes tamaños a los que acceder en coche. Son espacios que están protegidos las 24 horas los 365 días al año, que solo son accesibles para los clientes y que cuentan con sistemas de videovigilancia y detección de incendios.

Esta es una buena fórmula para guardar todo aquello que no uses en casa de manera habitual. Y las sillas de playa están entre esos utensilios. Además, el material de playa se almacena en perfecto estado, sin temor a que se estropee por la insolación o por la humedad.

Nuestros minialmacenes y trasteros son la solución perfecta para guardar artículos de playa y que no estén en casa estorbando. Y si necesitas las sillas, las palas o algún artilugio en concreto para una escapada al mar o para una tarde de pícnic en el campo, puedes acudir sin problemas a las instalaciones, ya que el acceso es exclusivo para clientes en una franja horaria ampliamente flexible.

¿Cómo guardar los artículos de playa en casa?

La última opción es guardar todo en casa, aunque ello implica tener espacio suficiente para ello. Si dispones de un garaje o una zona exterior con espacio para un pequeño trastero, esos son lugares perfectos.

Lo único que debes tener en cuenta es un correcto almacenamiento, para evitar que la ropa, los juguetes, sillas y mesas de playa, sombrillas y toallas se acaben estropeando. Bañadores, bikinis y la ropa de baño en general suele ser muy resistente, pero se desgasta con el uso, el cloro de las piscinas, la sal de la playa, la arena y las cremas protectoras. Por ello conviene lavarlo todo con agua fría y detergente para ropa delicada.

Una vez termine la lavadora, sin usar agua caliente, hay que dejar que seque todo al aire libre y a la sombra, pero escurriendo bien las prendas. Y para almacenar todo, usar bolsas herméticas y cajas que no dejen pasar la humedad.

Para flotadores, colchonetas, manguitos y demás enseres que se hinchan lo ideal es retirar toda la arena de playa y los restos. Después desinflarlos y doblarlos, pero no en exceso. Para guardar estos objetos, echamos mano de cajas y las rotulamos, para conservar el orden y facilitar su búsqueda.

Las toallas se lavan con poco suavizante, para que no pierdan capacidad absorbente. Antes de doblarlas deben perder toda la humedad. Para guardarlas, nuevamente echamos mano de bolsas herméticas.

Las chanclas y el resto de calzado de playa va, cada par, en su caja correspondiente, pero sin restos de arena y suciedad.

Por último, las sillas de playa y las sombrillas, que son elementos que se pueden deteriorar mucho si se almacenan con humedad o con restos de arena. Quítale el polvo y limpia con un paño humedecido en agua caliente las zonas más sensibles.

Todos estos consejos son de utilidad no solo para responder a dónde guardar las sillas de playa, sino a cómo hacerlo, pues el objetivo es que, para la próxima escapada a la costa, todo esté en perfecto estado.

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