La mejor forma de cuidar de tus muebles: mantas para mudanzas

Las mantas para mudanzas forman parte de un proceso que puede resultar tedioso, pero hay que cuidar al máximo. Los cambios permanentes de vivienda están entre las acciones más temidas por la mayoría de inquilinos, por todo lo que hay que mover y el esfuerzo que supone.

Pero será mucho peor si, al completar esa tarea tan fastidiosa, se descubren daños irreparables en los muebles y otros enseres. Para evitarlo, te contamos la importancia de las mantas y por qué debes usar embalaje para tus muebles.

¿Por qué deberías usar mantas como embalaje para muebles?

Los objetos de gran tamaño no se pueden envolver fácilmente en el clásico plástico de burbujas que amortiguan golpes y protegen. Las mesas, sillas, armarios, cabeceros de cama o sofás no resultan fáciles de envolver y, en caso de hacerlo, supondrán un exceso de plástico.

Es más fácil, cómodo, práctico y sostenible utilizar mantas para envolver muebles. De lo que se trata es de proteger el mueble de suciedad y evitar impactos violentos durante el traslado que lo puedan dañar. Los arañazos y las roturas son algo que no queremos encontrarnos al desembalar y colocar los muebles ya en su destino.

Eso sí, no tiene mucho sentido que protejas y cuides al máximo tu mobiliario si luego no contratas un servicio de mudanzas profesional. Una empresa especializada sabe cómo cuidar el mobiliario delicado y de grandes dimensiones, dispone de la flota de vehículos adecuada y cuenta con auténticos profesionales.

Si tienes que guardar momentáneamente tus muebles en otro lugar que no sea la vivienda de destino, tampoco resultará muy coherente que lo hagas en un sitio que no te dé garantías.

La mejor opción trasteros y minialmacenes bien vigilados, con pasillos amplios, con sistemas de detección y extinción de incendios, alarma y precios flexibles según necesidad de metros cuadrados y tiempo de uso.

¿Cómo deben ser las mantas para mudanzas?

Lo fundamental es que las mantas para embalaje sean resistentes. Insistimos en que su función no solo es evitar la suciedad, sino evitar que posibles golpes o roces durante el traslado provoquen pequeñas roturas o arañazos. Si la manta no es lo bastante gruesa y resistente, su uso no tendrá sentido.

Lo más económico es usar mantas viejas, y pueden funcionar si tienen grosor. Si no, hay mantas especialmente diseñadas para tal fin y que tienen la calidad y la resistencia suficiente. Están hechas con doble costura por sus cuatro lados y su material es una mezcla de, por ejemplo, lanas recicladas, fibras de acrílico y punto de cruz.

Las medidas tienen que ser suficientes, de unos 150 x 200 cm, y el peso superará el kilo fácilmente. Y es que se trata de mantas con bastante grosor y extensión, así que no son ligeras.

En Grupo La Nave queremos ayudarte. Si necesitas guardar temporalmente tus muebles y otros enseres, dispones de almacenes a tu medida durante el tiempo que necesites. Cúbrelos con mantas para mudanzas y despreocúpate: con nosotros estarán seguros. Además, te ayudamos a gestionar una mudanza 100 % profesional para minimizar daños. ¡Llama y pregúntanos!

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