Cómo montar un negocio y hacerlo crecer desde cero
Iniciar una nueva etapa profesional, sobre todo si es a los mandos de un negocio, da vértigo: requiere de una inversión inicial, captación de clientes, diseño de producto… Todos los pasos deben ir en la dirección correcta para asegurar el futuro de la empresa.
Montar un negocio no puede tratarse de un capricho que se lleve a cabo sin reflexión y, sobre todo, sin diseño de un plan que justifique cada paso que se da.
Si has pensado “Quiero montar un negocio y no sé de qué”, desde Grupo La Nave te ofrecemos una serie de consejos basados en la experiencia que han compartido con nosotros decenas de clientes que usan nuestras instalaciones como apoyo logístico para sus negocios.
Definir la idea con una base sólida
La clave para montar un negocio es entender que este debe responder a una necesidad por parte del público objetivo.
En este sentido, se abren dos vías: o bien se encuentra esa necesidad y se le busca una solución, o bien se crea un producto o servicio para generar esa necesidad en los usuarios.
Para dar con las mejores ideas de negocio, se recomienda hacer un estudio de campo. Los gurús del mundo empresarial aseguran que sus equipos de diseño de nuevos productos suelen hacerse este tipo de preguntas:
- ¿Qué cosas son caras o difíciles de conseguir para las personas?
- ¿De qué manera acceden a ellas en la actualidad?
- ¿Qué puedo hacer yo para ponérselo más fácil?
De esta manera, se consigue un input inicial, que será el alma del negocio y lo que hará que se pueda empezar a ganar dinero.
Pero antes de lanzarse a la actividad, es importante tener en cuenta una segunda fase de la conceptualización del negocio: ¿tendrás competencia que ya haga lo mismo que tú vas a hacer?
Si la respuesta es no, se dará el escenario ideal para intentarlo; si la respuesta es sí, entonces habrá que valorar si hay demanda para un nuevo competidor y de qué manera se podrá atraer tanto a público nuevo como a aquel que ya forme parte de la clientela de la competencia.
Planificar los primeros pasos
Con la idea clara, el producto definido y el estudio de mercado realizado, conviene empezar a materializar la idea.
Para ello, hay que diseñar el modelo de negocio. En esta fase es importante entender cuál será el cliente ideal, diseñar la imagen de la empresa, definir el modo de ganar dinero y los protocolos de funcionamiento de la empresa en el día a día.
Cuantas más cosas se preparen al inicio, menos inconvenientes que no se sepan afrontar se darán cuando la empresa empiece a operar.
Por supuesto, en esta fase también hay que contemplar todos los pasos legales que hay que dar para montar un negocio en España: inscribirse en el Registro Mercantil, solicitar el alta en Hacienda, solicitar el NIF para facturar, etc.
En este sentido, también es relevante estudiar la legislación y las normativas que afecten a la actividad que se va a realizar para no hacer nada que vaya en contra de la norma y evitar inspecciones y sanciones.
Preparar el entorno y gestionar el espacio de forma eficiente
La parte de diseño intelectual y legal debe complementarse con una acción real para montar un negocio rentable. Nos referimos a elegir los espacios de oficina, venta al público o producción a lo que necesita la empresa, así como a plantear toda la logística necesaria para su buen funcionamiento.
Diseñar un entorno amigable
El espacio debe adaptarse al flujo de trabajo y no al revés. Esto es clave para que cada esfuerzo esté ajustado a conseguir una recompensa. Para ello, conviene estudiar qué oficinas o espacios de venta y producción se van a usar.
Esto dependerá de los equipos o herramientas que intervengan en la actividad profesional, así como los empleados o clientes que van a interaccionar con el inmueble.
En este punto es importante delimitar las zonas dependiendo de su función. El espacio de atención al público, por ejemplo, solo debe utilizarse para eso y no convertirlo en la zona de gestión o en un almacén improvisado.
Espacio de almacenamiento
Cualquier negocio, aunque ofrezca servicios, genera una cantidad de materiales que hay que almacenar. Hay que contar con ello para que no se convierta en un problema una vez iniciada la actividad.
Afortunadamente, empresas como Grupo La Nave pueden dar soluciones a los gestores de negocios, incluso cuando estos se ven expuestos a una cantidad de stock o materias primas por encima de lo habitual.
Siempre está la opción de alquilar pequeños trasteros o minialmacenes para guardar productos, documentación o cualquier otra cosa sin necesidad de saturar el local.
Generar un protocolo de logística
Quién va a recibir los paquetes de los proveedores y cómo se va a almacenar cada caja, de qué manera se va a guardar la documentación, cuál es el modo de preparar los productos para exponerlos a la venta…
Todo ello debe estar prefijado para que cada empleado cuente con una guía a la que recurrir cuando tenga dudas sobre cómo debe actuar frente a cualquier actividad relacionada con su puesto.
De esta manera, se consigue optimizar cada paso que se da en la empresa para que el negocio sea un verdadero éxito.
Poner en marcha el proyecto y atraer a los primeros clientes
Una vez que se ha logrado diseñar el negocio teniendo en cuenta todas las variables que pueden darse en los primeros años de actividad, es hora de ponerse manos a la obra.
Lógicamente, lo principal es captar clientes. Para ello, en la actualidad existen diversas fórmulas: realizar un acto de inauguración, invertir en publicidad tradicional en radio y prensa o tirar de redes sociales para captar a los clientes.
Más allá de ello, siempre se suele plantear alguna promoción para generar interés en las primeras semanas y que los usuarios puedan acceder al espacio, probar los productos o servicios y hablar de ellos a las personas de su entorno para ir generando una clientela estable que asegure un nivel mínimo de ingresos.
