Cómo adaptar un dormitorio para una persona mayor en tu casa

Los dormitorios para personas mayores son estancias que han de estar condicionadas a un uso más cómodo, más accesible, pues es probable que las personas que los habitan tengan ciertas limitaciones de movilidad.

Cuando las personas mayores enviudan o presentan algunas dificultades de autonomía, es habitual que compartan residencia con otros familiares, principalmente sus hijos, o que al menos exista un espacio habilitado para ellos en caso de que pasen estancias temporales.

Un primer aspecto que hay que considerar es habilitar espacios que ocupen plantas bajas, para no tener que subir y bajar escaleras. Si esto no es posible, incluir en la vivienda algún accesorio para llegar a la planta alta con comodidad.

Te mostramos algunos consejos para equipar estas estancias, sin importar en exceso si son habitaciones pequeñas para adultos o de un tamaño mayor.

Dormitorios para personas mayores: ¿cómo adaptarlo?

El dormitorio es el lugar de la vivienda donde más tiempo se pasa. A veces no somos conscientes de ello precisamente por eso, porque buena parte de ese tiempo es durmiendo. De este modo, para que la estancia sea cómoda y confortable es imprescindible adaptarla a la movilidad y el bienestar de quien la ocupa, en este caso, las personas mayores.

Liberar el dormitorio de todo aquello que no sea necesario

Una primera recomendación es mantener el dormitorio despejado, solo con los muebles y accesorios necesarios. Cuando la persona que usa el dormitorio es de edad avanzada o necesita de algún apoyo para movilizarse por el espacio, todo lo que suponga algún obstáculo aumenta el riesgo de provocar caídas, golpes o tropiezos.

No solo hay que liberar el espacio disponible con solo lo estrictamente funcional, sino que haya suficiente distancia entre el mobiliario para caminar cómodamente con un andador o un bastón.

Otro punto importante es el suelo, pues es esencial que no sea resbaladizo, tampoco han de colocarse alfombras, pero si existen, que sean antideslizantes en su zona inferior. Una persona mayor cuando se cae suele hacerse mucho daño.

Las camas para ancianos

No hay una categoría especial en el mobiliario de descanso que sea camas para ancianos, pero sí hay algunas recomendaciones para su elección. Ha de ser de una altura suficiente, pero no muy excesiva, para que puedan recostarse y levantarse con facilidad. En el mercado podemos encontrar camas con barandilla para agilizar estos procesos.

A su vez, hay que eliminar cualquier textil o ropa de cama que cuelgue por los lados hasta tocar el suelo. Si es necesario habrá que hacerse con un modelo articulado, que son los que facilitan la labor de las personas cuidadoras y con ellas es más sencillo moverse cuando se está recostado.

Continuando con la cama, en este caso el colchón, la mejor elección son los viscoelásticos, y si la persona tiene movilidad reducida, un colchón antiescaras previene la aparición de úlceras. Otro consejo es hacerse con fundas protectoras.

Mesitas de noche con suficiente espacio

Siempre que haya espacio disponible hay que decantarse por mesitas de noche de suficientes dimensiones. En ellas va a ir una lámpara y todo aquello que se necesita tener a mano: gafas, teléfono, agua, medicinas, instrumental médico.

Cuando sea posible, mejor que un teléfono es tener un sistema de alerta de uso inmediato, por si se produce alguna caída o un problema de salud, que el aviso sea instantáneo. Las lámparas también son preferibles aquellas que se apagan y encienden fácilmente, al igual que los interruptores de la luz, que han de estar a mano.

Un elemento accesorio en estas estancias es un detector de humo y de monóxido de carbono. Muchas personas mayores tienen problemas de audición o de olfato, por lo que pueden no ser conscientes de que se está produciendo un empeoramiento del aire que se respira.

Una silla o un sillón para ganar en autonomía

Con respecto al mobiliario, tampoco puede faltar en el dormitorio de las personas mayores un sillón o una silla a su alcance, que resulte cómoda, con reposabrazos, con una altura adecuada y que les permita tener los pies apoyados en el suelo.

Muchos ancianos necesitan estar sentados para vestirse y asearse, lo que va de la mano de incluir un armario que sea accesible, que esté bien iluminado y que no provoque ningún impedimento a la hora de acceder a la ropa.

En este apartado incluso se puede entrar en más detalles, como por ejemplo usar manijas en forma de palanca en lugar de tiradores redondos, que son más fáciles de usar para personas que sufren de artrosis o rigidez.

¿Cómo decorar la habitación de las personas mayores?

Los elementos necesarios para hacer un dormitorio ocupado por personas mayores funcional son los citados. Esto puede obligar a deshacerse de muchos enseres y mobiliario, o al menos retirarlo de la estancia. En Grupo La Nave ofrecemos nuestros servicios de alquiler de trasteros como solución, para conservar todas esas pertenencias en perfecto estado.

Un dormitorio como el descrito tiene todo lo necesario para ser seguro, pero carece de vida si no se completa con un buen diseño estético. En la decoración de dormitorios para adultos hay que buscar la belleza tanto como en el resto de estancias.

Con el paso del tiempo, los ojos necesitan más cantidad de luz para distinguir los colores. Una recomendación puede ser usar tonos cálidos para crear contrastes decorativos. Los textiles en la ropa de cama, en tapices y en cortinas también dan pie a espacios acogedores. Aquí se pueden priorizar las fibras naturales.

En cuanto al estilo en sí, las propuestas clásicas y tradicionales son una buena opción, por su carácter atemporal. Otra alternativa son los estilos rústicos y campestres, que pueden hacerles recuperar la nostalgia. Y como no, que no falten las fotografías de familiares y seres queridos.

Los dormitorios para personas mayores requieren de un equipamiento muy particular. Todo en el espacio debe estar diseñado para facilitar su movilidad y garantizar el confort, evitando posibles accidentes. Una vez se consigue esto, nunca hay que dejar de lado el apartado estético, pues el bienestar también depende de sentirse realizados y alegres en el aspecto mental.

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